Red Bull le pudo poner el coche a Sergio Pérez para, al menos, recoger algunos datos, después de su choque en la P1 del Gran Premio de Hungría, donde un error antes de la curva cinco lo llevó a los muros y dañó la parte izquierda de su monoplaza.
Checo Pérez apenas pudo rodar 14 vueltas, en un clima más amable en el trazado de Hungaroring, condiciones de seco, sesión más para regresar confianza y encaminar un fin de semana de subida; el piloto mexicano quedó a 1.292 del mejor tiempo de la sesión, en manos de Charles Leclerc y su Ferrari (1:17.686).
En la segunda plaza de la tarde en Budapest, Lando Norris se colocó con su McLaren a 0.015 del auto del Cavallino Rampante, seguido de Pierre Gasly en el Alpine con 0.232 en el crono respecto a Leclerc.
Max Verstappen tampoco exigió de más el RB19 y rodó en tiempo de 0.593, que le valió ubicarse en el escalón número once, un dato que dice poco tras las actualizaciones del Red Bull, que incluyeron mejoras al conducto de freno delantero, de freno trasero; nuevas entradas de pontones, nueva cubierta de motor y modificaciones en el suelo.
A Sergio Pérez, al final, le dio tiempo de testear el monoplaza con combustible y practicar la arrancada, en los pocos minutos que rodó en una pista que deberá dominar sí o sí, si es que no quiere sumar su sexto gran premio sin avanzar a la Q3 en la parrilla de salida.